Se puede asumir que las piletas de natación cubiertas tienen efectos indeseados en la salud, particularmente a través de exposiciones físicas, químicas y biológicas. Un estudio reciente analizó los posibles efectos de los productos con cloro usados para desinfectar las piletas. Estas exposiciones también pueden condicionar episodios de hiperreactividad bronquial (HRB), sibilancias y asma en los niños. Se informó que hay mayor cantidad de HRB y asma entre los nadadores, pero respecto de los bebés es posible que la natación no sea de por sí responsable de los efectos indeseados en la salud, sino el ambiente en que se realiza, por la exposición a irritantes. También puede ser que los niños respondan de manera diferente, según su status genético. Una persona susceptible tiene un genotipo susceptible y las consecuencias son interacciones entre genotipo y ambiente. Por lo tanto, la natación infantil puede influir en la salud respiratoria de los niños en muchas maneras.
